En general los pacientes que presentan flacidez, se les debería interrogar minuciosamente, el sexo es definitivo por antecedentes de embarazos en mujeres, pero destaco hábitos de alimentación, asistencia a un gimnasio y qué tipo de ejercicio realiza.
En definitiva no soy médica deportóloga, pero para mi se ha convertido en un reto guiar a los pacientes en sus tratamientos corporales, haciendo un diagnóstico diferencial, entre estas dos entidades que causan flacidez y que afecta la apariencia de diferentes zonas en el cuerpo.
Cuando las personas deciden perder peso, tal vez es una de las entidades donde más se altera la calidad de la piel, por ende siempre hay que pensar en que la flacidez puede ser de origen cutáneo, durante la pérdida de peso, hay deficiencia de micronutrientes, especialmente en dietas extremas, que priva el estimulo de la fabricación de colágeno y elastina, que son moléculas fundamentales para mantener una piel firme. Si la reducción además es acompañado de ejercicio cardiovascular, con pérdidas muy rápidas de grasa corporal, la piel, en este caso el “contienente” de ese “contenido” que es la grasa se queda sin sostén, como resultado siempre habrá flacidez.
En estos casos específicos, yo recomiendo para terminar con una forma tonificada y en el peso ideal, un balance entre la alimentación adecuada y ejercicio isométrico, pero siempre inicio un tratamiento con alguna tecnología estética que vaya haciendo el estímulo de la piel necesario para que se regenere su colágeno, en un tiempo menor al que lo haría solo el ejercicio con carga o peso (estudios demuestran que se lograría a largo plazo). Si esto no ocurre, en mi experiencia, la diferencia no está en el ejercicio que se realice, porque no es flacidez de origen muscular, el tratamiento estético se constituye en la ayuda que el paciente requiere para observar mejores resultados y se adhiera al cambio de sus hábitos saludables más rápidamente.
Las tecnologías disponibles son múltiples: láser de baja potencia, radiofrecuencia, intradermoterapia, aplicación de dioxido de carbono subcutáneo, ondas de choque o HIFU, ultrasonido de alta potencia, etc. Cada caso llevaría a la aplicación de una o varias tecnologías dependiendo de la zona y el grado de flacidéz cutánea.
Dra. Johanna González
Medica Cirujana
Especialista en Medicina Estética y láser
Universidad del Rosario-Bogotá Colombia
móvil.(57)-(1)-3002086570
(1) 6254260
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Bogotá-Colombia
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